El Colegio Oficial de Trabajo Social de La Rioja nos ha invitado a formar parte de una mesa redonda, dentro de la programación de los actos para conmemorar el Día Mundial del Trabajo Social. Y sólo eso, en sí mismo, es un motivo de enorme de satisfacción para Praxis. Y una excusa perfecta para frenar y poder reflexionar sobre lo que hacemos y queremos hacer, para poder transmitir que la apuesta por el ejercicio libre, por plantearse la práctica del trabajo social de otra manera, es viable y una opción laboral real y realista para nuestra profesión. Doble lujo.
Y, dándole vueltas, nos ha quedando claro que reflexionar sobre nuestro proyecto no es, ni más ni menos, que reflexionar sobre la propia profesión del Trabajo Social. Y, en esta semana en la que se conmemora el día mundial de nuestra profesión, hemos decidido compartir algunas ideas con quien nos quiera leer, a modo de particular celebración de la profesión.
Como punto de partida, proponemos una lectura con detenimiento de la definición de nuestra profesión, consensuada por la Asamblea General de la Federación Internacional de Trabajo Social, en julio de 2014 en Melbourne:
“El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social.
Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar”
¿Nos os parece asombrosamente potente? No confundir amplitud con ambigüedad… Sigamos las pistas que ofrece para darnos cuenta, para tomar conciencia, de todo lo que cabe en el desarrollo de nuestra profesión si somos capaces de ejercerla desde la certeza de todo lo que, desde el trabajo social, somos capaces de poner en marcha.
Hoy, especialmente, nos parece importante tomar conciencia de ello. Sobre todo, como punto de partida si nos proponemos salir de los ámbitos tradicionales de desarrollo de la profesión para buscar otros nuevos. Y poner en valor la creatividad como elemento esencial para ser trabajadores sociales y sacar adelante proyectos de emprendimiento y de innovación social.
Y, bajo este prisma, ejercer el trabajo social desde el ejercicio libre es, a nuestro entender, una opción llena de posibilidades, si somos capaces de ver, creernos y poner en valor todas nuestras capacidades como profesionales. Y todo lo que podemos aportar a mundos tan dispares como la empresa, el trabajo con familias, el ámbito educativo…. Espacios que no son sino comunidades e personas, creadas por personas, para personas y en las que se relacionan personas. Y las personas, su desarrollo y sus relaciones, son la especialidad del trabajo social.
Y esta idea enlaza, para terminar, con el lema del Día del Trabajo Social de este 2017 es “Promoviendo comunidades y entornos sostenibles”. Un lema que pone a nuestra profesión en relación con los objetivos de desarrollo del milenio y que, al final, no es otra cosa que volver la mirada hacia las personas. Superar un modelo de crecimiento desmedido y deshumanizado.
Y si es el tiempo de las personas, desde luego, debe de ser el tiempo del trabajo social.
¡Feliz Día Mundial del Trabajo Social!
La mejora del trabajo social pasa por mujeres decididas y valientes como las que han emprendido PRAXIS
Muchas gracias, Rita!
Continuamos decididas, poniendo nuestro granito de arena impulsadas por quienes, como tú, nos dais ánimos cada día.